JESUS Santiago, 4 de mayo de 1919
Rda. Madre Sor Angélica del Smo. S.
Reverenda Madre:
Aunque sean cuatro líneas, porque es ya muy tarde, le escribo para agradecerle su cariñosa y consoladora cartita. Verdaderamente me confortó.
N. Señor me ha enviado sus pruebas, las que pronto le contaré. Sin embargo, soy feliz. Dos días más, y las puertas de mi conventito se cerrarán para hacerme prisionera de mi Dios. ¡Cuánto lo amo!
Mañana vendrán mis amigas a despedirse. Tengo todo el día dedicado a ellas. Con qué ansias voy a llegar de soledad y oración a ese palomarcito. Todos estos días son de mucho alboroto. Sin embargo, el alboroto no entra a la celda de mi alma. Allí sólo está mi Jesús.
Estuve en San Bernardo, pero no pude hablar con la Rda. Madre Margarita, porque estaba enferma y están muy preocupadas todas las monjas por su salud. Pero, aunque no estuve con ella, me mandó unos recaditos muy cariñosos y como de abuelita.
La Elisita lloró con su cartita. Dijo que no merecía su interés y cariño, y que luego le contestaría.
Dígales a mis hermanitas que me alcancen de N. Señor la gracia del sufrimiento más intenso para mí en estos días y en el momento de efectuar el sacrificio. Pero que le pidan que sea muy interior, de modo que nadie lo sepa ni adivine en mi semblante pero que ante todo le pidan cumpla en mí su divina voluntad.
Me fui a retratar y, al parecer de todos, el mejor retrato es el de carmelita No tengo cómo agradecerles a mis hermanitas del Carmen de San José, pues me proporcionaron todo.l
N. Señor sigue colmándome de sus gracias. Créame, Rda. Madre, que lo siento tan cerca, que sólo me falta verlo; pues su protección con esta miserable criatura sobrepasa todo límite.
Adiós. Hasta lueguito. Muy luego va a tener su cachito. Ruegue, mi Madrecita querida, por los míos, como lo ha hecho hasta aquí. Que Dios le pague todo.
Suya en el C.J.M.J.T.
Juana, H. de M.
Mi mamacita me encarga le agradezca sus oraciones. Gracias a ellas está con un valor que me edifica.