37. Con Jesús a la conquista de las almas
Noviembre 16 [1917]. Anoche, una hora con Jesús. Hablamos íntimamente. Me reprochó el que yo no acudiera como antes en mis dudas y penas a su Corazón. Que Él me quería virgen, sin que ninguna
Se ha dividido el Diario en 58 capítulos, titulándolos con palabras de la autora. Son seis las libretas o cuadernos autógrafos que contienen el texto original que aquí se reproduce. Los hemos dividido en 5 bloques que corresponden a los siguientes años:
Noviembre 16 [1917]. Anoche, una hora con Jesús. Hablamos íntimamente. Me reprochó el que yo no acudiera como antes en mis dudas y penas a su Corazón. Que Él me quería virgen, sin que ninguna
Noviembre 26 [1917]. Me siento tan mal que creí hoy que me iba a tener que echar a la cama, pues no me podía tener en pie. Pero Jesús me sostuvo y sólo pedí permiso
Marzo 12 [1918]. Gracias, Madre mía, por haberme librado de todos los peligros y de haberme hecho emplear bien las vacaciones. Gracias, Madre mía. Madre mía, yo quisiera decirte muchas cosas. Pero ¡ah!, es tan
Mayo 25 [1918]. Me confesé con el Padre López. Gusté de la paz que hacía tres meses no encontraba. Me dijo que suplicara a N. Señor me diera la fuerza para ser buena; que El
Julio 11 [1918]. «Fiat voluntas tua», he aquí mi oración. No pido otra cosa. Esta mañana Jesús me ha pedido que no llore por mi salida del colegio, pues es esa su voluntad. Yo le
Agosto 7 [1918]. Entro al retiro: «Hablad, Señor, que vuestra sierva escucha». Quiero decir con la Sma. Virgen: «Fiat mihi secundum Verbum tuum». Mi casita estará cerrada para todo lo del mundo y abierta sólo
He pasado días de cielo. A cada paseo me iba a estar con El en la capillita, junto a El. Hemos hablado tanto… Sentía muchas dudas acerca de mi vocación. Dudaba si ser carmelita, pero
Gloria a solo Dios. ¡Qué impresión tan diversas he sentido! De pesar, por dejar mi querido colegio, mis Madres y compañeras, a quienes estoy tan reconocida. ¡Qué buenas son para mí, qué cariño me demuestran
Agosto 25 [1918]. Me salí del colegio hace ya catorce días y la vida que en el colegio me parecía un misterio, se desliza, gracias a Dios, tranquilamente. Todos los días voy a comulgar y
Septiembre [1918]. Vino el Padre José [Blanch, cmf]. Me confesé con él. Me dijo él creía me debía ir para el otro año al Carmen. Que cuando fuera carmelita -me aconsejó- no hiciera penitencias extraordinarias
1° de enero de 1919. He tenido mucha pena al ver el olvido en que viven los hombres para con Dios. Viven en desenfrenada alegría, ofendiéndolo, sin pensar que cada año se acercan más a
11 de enero de 1919. No tengo palabras para expresar el agradecimiento a mi Jesús. Es demasiado bueno. Yo me anonado ante sus favores. Me abandono en sus brazos. Me dejo guiar porque soy ciega